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Un viaje de palabras, sueños y encuentros

Cultura que Vive en la Gente

Crónica de un intercambio inolvidable

Fuimos invitados, con alegría y gratitud, a participar de un Intercambio de Experiencias organizado por nuestros amigos de la CAF – banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Allí, junto a otras dos bibliotecas populares, compartimos lo que hacemos, cómo pensamos y sentimos nuestro rol, y cómo las bibliotecas se transforman… y nos transforman.

Esta invitación significó mucho más que un traslado físico. Era una travesía de encuentros posibles, de aprendizajes valiosos que podríamos traer de vuelta a Paraguay. Una pregunta nos habitaba:

 ¿Cómo aprovechar al máximo esta invitación?

La respuesta no tardó en llegar: vino de la mano de Gisela Pérez, integrante de la Biblioteca Popular La Carcova, quien se convirtió en nuestra guía, maestra y anfitriona. Gisela nos abrió muchas puertas: no solo las físicas, sino también las de su historia, una historia que nos conmovió, nos inspiró y en la que nos vimos reflejados.

Tuvimos el privilegio de visitar cinco Puntos de Cultura, espacios profundamente enraizados en sus territorios, que trabajan desde el amor y la resistencia, rompiendo todos los moldes de la cultura oficial.

Territorios que se transforman: cuando la educación florece donde menos se espera

La zona donde se desarrollaron estas iniciativas, situada al noroeste del Gran Buenos Aires, ha sido históricamente atravesada por procesos de exclusión, fragmentación y estigmatización. Allí conviven barrios populares, instituciones penitenciarias y un sitio de disposición final de residuos. En este escenario, emergen con fuerza experiencias de organización comunitaria y educativa que resignifican el territorio no solo como lugar de carencias, sino como espacio de aprendizajes, vínculos y potencia colectiva.

Desde esta mirada, surgen conceptos como el de territorios educativos, que invitan a comprender al barrio como un aula viva, donde los saberes no se limitan al aula tradicional, sino que se construyen en la calle, en el comedor, en la radio comunitaria, en el club o en la huerta. Así, la educación se vuelve una herramienta de transformación frente al abandono estatal o al extractivismo urbano. Frente a una realidad que intenta reducir el territorio a un lugar de exclusión o castigo, las iniciativas educativas abren paso a procesos de recomposición del tejido social, recuperación del sentido de pertenencia y construcción de futuros posibles donde antes solo se veía marginalidad.

 1. CUSAM Biblioteca Popular dentro de una prisión: Un espacio autogestionado por personas privadas de la libertad.

El primer lugar que fuimos fue uno de los lugares más impactantes que conocimos en este viaje fue el Centro Universitario San Martín (CUSAM), una sede de la UNSAM que funciona dentro de la Unidad Penal N° 48 de José León Suárez, en el Complejo Penitenciario San Martín . Este espacio educativo, creado en 2008, ofrece:

  • una biblioteca popular
  • una escuela de cerámica, 
  • una radio comunitaria 
  • un taller de corte y confección, 
  • y como gesto profundamente disruptivo: una universidad.

Sí, una universidad donde conviven personas privadas de su libertad y agentes penitenciarios, compartiendo aulas, cuadernos, discusiones y sueños.  Las carreras que se ofrecen son: Sociología, Trabajo Social… Estudiar para entender la estructura social que margina, para transformarse a uno mismo y para no volver.

Uno de los impulsores de ese espacio, Waldemar Cubilla, que tiene raíces guaraníes, nos ingresó a la Unidad Penal N° 48, contándonos que él estuvo años atrás privado de su libertad ahí dentro. Ahora era trabajador social, gestor cultural, y su historia nos tocó profundamente.

En CUSAM conocimos a los estudiantes que nos dieron un recorrido por todo el recinto. Quedamos impresionados por todo lo que lograron y lo paradigmático de ese lugar tan inspirador y transformador.

Nos sentamos a tomar un mate y algunas palabras se quedaron con nosotros, retumbando en el alma:

«Yo no pensé que la universidad era para mí.»

«Aquí pensamos en cómo salir, pero sobre todo en cómo no volver… y en cómo lograr que nuestros hijos no pisen este lugar.»

«Yo encontré la libertad aquí adentro, más que allá afuera.»

«Entré como recluso… y saldré licenciado.»

¿Cómo no emocionarse ante tanta dignidad? ¿Cómo no volver transformados?

2. Biblioteca Popular La Carcova: Sembrar libertad en comunidad

Luego, fuimos a ver los frutos de esa primera experiencia. La Carcova nació del sueño y la convicción de Waldemar, hijo de madre paraguaya. Cuando recuperó su libertad, decidió llevar la semilla de la educación y la cultura al barrio donde creció, para sembrarla en tierra propia y fértil: su comunidad.

Así surgió la La Carcova, que hoy involucra a todo el barrio. Un lugar donde la cultura no es un lujo, sino un derecho. Un espacio donde los libros conviven con la risa de una guardería, el aroma de una cocina solidaria y los sueños que crecen.

Es emocionante ver las fotografías de sus comienzos–humilde, sencilla, valiente–y compararla con lo que es hoy: una casa abierta, vibrante y llena de vida, un faro en el corazón del barrio; donde leer también es resistir, y construir comunidad es una forma de libertad. En palabras de Gisela, que hoy es directora del espacio: “este lugar es un lugar de contención. Los pibes llegan y piden quedarse, nosotros hacemos lo que podemos.

3. FM Reconquista 89.5 MHz: La voz del barrio

Fundada en 1988 por la Asociación de Mujeres “La Colmena”, FM Reconquista 89.5 MHz fue la primera emisora del país gestionada por vecinas organizadas en el barrio J.L. Suárez, Bs. As.

Su misión es «recuperar la palabra para el pueblo«, brindando voz a las comunidades del conurbano bonaerense norte. 

Durante más de 35 años ha resistido intentos de censura y conflictos por su frecuencia, y sigue siendo referente en comunicación popular con programación educativa, cultural y social.

Más info: FM Reconquista en Señales

4. Asociación La Colmena: El cuidado como resistencia

Con más de 30 años de trabajo, la Asociación La Colmena fue pionera en crear el concepto de guardería comunitaria, demostrando que el cuidado también puede ser popular, autogestivo y con raíz en el barrio.

Mural en homenaje a Margarita Palacio – Docente, Comunicadora Social Fundadora y Directiva actual de FM Reconquista Radio Comunitaria (1988), y Asociación de Mujeres La Colmena (1990)

Hoy, en una villa marcada por la exclusión y la desigualdad estructural, La Colmena tiene dos espacios físicos donde sigue acompañando a niñas, adolescentes y familias en situación de vulnerabilidad, desde el amor y la organización. 

Frente a este contexto, su respuesta no ha sido la espera pasiva ni la resignación. Por el contrario, reafirman con fuerza que no esperan instrucciones del Estado: deciden en comunidad, desde abajo, en asambleas donde la palabra circula, se escucha y se construye colectivamente.

La Colmena es un ejemplo vivo de cómo la organización popular puede sostener la vida, incluso en los márgenes, y cómo el poder de lo comunitario transforma realidades con dignidad y sin permiso.

5. Teatro Catalinas Sur: El arte como latido colectivo

Un teatro nacido del corazón del barrio, hecho con las manos, las voces y los sueños de quienes lo habitan. No es solo un edificio ni un escenario: es un latido colectivo, un fogón donde la comunidad se reúne a contarse, a escucharse y a imaginarse. Allí, niñas y niños, jóvenes y personas mayores se entrelazan en una danza de memorias y futuros compartidos, creando obras que brotan de sus propias vivencias, dolores, alegrías y esperanzas.

Catalina Sur es la prueba viva de que cuando un pueblo se cuenta a sí mismo, el arte florece con una verdad que ningún artificio puede igualar.

Y en medio de esa magia, nos recibió Estela (en complicidad con nuestro amigo Diego B.) abrazándonos con la ternura de quien conoce cada rincón e historia; uno de esos abrazos que no solo se sienten en la piel, sino que tocan algo profundo, donde habita el alma. Nos quedamos conmovidos, agradecidos y con la certeza de haber sido parte, por un instante, de algo mucho más grande que nosotros: un acto colectivo de belleza y resistencia.


El Cántaro BioEscuela Popular: Nuestra voz en la Feria

Tras esta intensa travesía, llegó el momento que motivó nuestro viaje:
Compartir la experiencia de El Cántaro en la Feria del Libro.

Fue emocionante recorrer por primera vez esa feria, ver a personas elegir libros con alegría, a familias enteras caminando con bolsas llenas de lecturas amadas.

Participamos en un espacio de diálogo generado por la CAF, que buscó visibilizar el trabajo de las bibliotecas populares. Christian Asinelli, su director, dijo unas palabras que nos marcaron:

“La CAF construye infraestructuras materiales —puentes, caminos, redes de agua— pero también apuesta por la construcción de redes humanas. Nadie se salva solo. Todos nos salvamos entre todos, decía el Papa Francisco. Que ustedes dediquen su tiempo a esto es profundamente valioso.”

Compartimos nuestra historia:
Cómo nació nuestra biblioteca en las calles de Areguá, entre sueños guardados en cajas, libros que salían al sol como pájaros buscando nido…

Presentamos también los 11 años de la Biblioteca del Cántaro

La Biblioteca Popular La Carcova también compartió su historia, mostrando cómo fueron creciendo gracias al esfuerzo colectivo de los vecinos que pusieron su tiempo y corazón para levantar ese espacio. Nos conmovió ver cómo los chicos se apropian del lugar, cómo piden más talleres, más libros, más cultura. Compartieron un video maravilloso que no necesita explicaciones: basta verlo para sentir y comprender el alma de esa biblio, como ellos la llaman.

“Un libro es libertad” 

Video Biblioteca Popular la Carcova 

Montamos entre todas un pequeño altar de objetos simbólicos de las Bibliotecas Populares. 

CONABIP: Una política soñable

Además, conocimos en profundidad un programa gubernamental referente en el sector: CONABIP, que trabaja con bibliotecas populares, brindando subsidios y apoyo tras un proceso de reconocimiento.

Nos pareció una política soñable para Paraguay, porque reconoce bibliotecas que nacen en los barrios, adaptadas al territorio y con autonomía.

Requisitos para formar parte de CONABIP:

  • Nacer por iniciativa comunitaria en zonas sin bibliotecas populares cercanas
  • Constituirse como asociación civil con personería jurídica
  • Abrir al menos 20 horas semanales, con acceso libre y gratuito
  • Exponer su cartel identificatorio y horarios
  • Tener una sala específica con acceso desde la calle
  • Contar con una base de socios del barrio

En resumen, la CONABIP actúa como un puente entre el Estado y las bibliotecas populares, dentro del marco de una política pública orientada a la democratización del acceso a la cultura y la información. A través de diversos programas de gobierno, busca empoderar a estas bibliotecas como herramientas de transformación social, educativa y cultural, promoviendo la participación ciudadana y el desarrollo comunitario.

Una vez que una biblioteca popular forma parte de esta red, el programa ofrece beneficios concretos como:

  • descuentos del 50 % para la compra de libros 
  • un pequeño aporte mensual que cubre el acceso a internet en algunas bibliotecas, 
  • programas de equipamiento, 
  • capacitaciones y otros servicios. 

Estas acciones se traducen en mejoras directas para las bibliotecas, fortaleciendo su rol como espacios abiertos, inclusivos y activos dentro de sus comunidades.

Lamentablemente, este programa hoy está amenazado por el gobierno de Javier Milei.

Regresamos diferentes

Volvimos con la certeza de que otro mundo ya existe. Lo vimos en cada rincón recorrido, en cada historia compartida, en cada abrazo recibido. Volvimos con el corazón más grande, con nuevas preguntas, ideas y desafíos.

Y con la convicción de que la cultura popular, desde abajo, con amor y rebeldía, sigue siendo una poderosa herramienta para transformar realidades.

En territorios que otros han marcado como lugares de descarte y exclusión, florecen experiencias que demuestran que la educación, la cultura y la organización comunitaria pueden resignificar completamente un espacio. Que donde se acumulan los desechos de una sociedad desigual, también pueden florecer los sueños más hermosos.

Que la universidad puede estar tras las rejas, que una biblioteca puede nacer de un ex recluso, que una radio puede ser la voz de un barrio durante 35 años, que el cuidado puede organizarse sin esperar permisos, y que el arte puede contar la historia de un pueblo con una verdad que conmueve hasta los huesos.

Regresamos transformados, sabiendo que estos territorios educativos no son solo un concepto académico, sino una realidad viva que late, resiste y construye futuros posibles en cada esquina, en cada aula, en cada abrazo compartido.

Algunos de los libros que vinieron de la Feria del Libro y otros lugares que hoy están disponibles en la Biblioteca Comunitaria del Cántaro.


 

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